Hola amigos! Hoy quería agradeceros a todos aquellos que me leeis las entradas que llevo. Aun no son muchas, pero con vuestras visitas me cargáis las pilas para seguir estudiando y escribiendo para vosotr@s. Sé que me leeis desde muy lejos, tanto como en Indonesia en o EEUU, o incluso en Hungría. Gracias a todos de verdad, y espero no defraudaros.
Pues esta semana sigo clavadita en el tema de Trastornos del Estado de Ánimo. En la anterior entrada escribí sobre la depresión, y hoy escribiré sobre el "otro polo", el trastorno bipolar.
Digamos que la depresión es un trastorno inhibitorio, que los síntamos "restan" o quitan cualidades de la persona, por ejemplo, las personas deprimidas tienen un estado de ánimo triste, o no tienen apetito, o no duermen bien, no se pueden concentrar, etc.
Pues bien, los episodios maníacos se caracterizan por "sobreañadir" los síntomas. Por ejemplo, se sienten expansivos, eufóricos, están llenos de energía, no necesitan dormir, porque tienen tantas energías que no sienten cansancio, etc.
Generalmente se cree que una persona con trastorno bipolar es aquella que tiene síntomas anímicos extremos oscilatorios, depresión y a continuación episodios maníacos. Sin embargo, para que diagnostiquemos un trastorno bipolar tan sólo es necesaria la presencia de un episodio maníaco o hipomaníaco (de menos gravedad que el maníaco).
Sin embargo, es muy frecuente que en los trastornos bipolares también se den episodios depresivos. Recuerdo que cuando estudiaba esto en la universidad, pensaba que los ciclos cambiaban en menos tiempo, a lo mejor por semana o así, pero no, los cicladores rápidos son aquellos que tienen al menos 4 episodios en un año.
Cada vez existen más asociaciones de personas con trastorno bipolar, y de familiares. Ya no saben qué hacer con ellos, con sus desinhibiciones, con sus implicaciones en actividades impulsivas y peligrosas.
Las teorías explicativas de la depresión son muchas y muy diversas, de todos los modelos existentes. Sin embargo, de los trastornos bipolares existen tan sólo teorías psicoanalíticas y biológicas. Básicamente la teoría actual con más fuerza es la biológica, que ha demostrado un 80% de concordancia en gemelos monocigóticos.
Los tratamientos son de dos tipos: para reducir síntomas del episodio activo, y para prevenir recaídas. En la depresión hay muchos tratamientos psicológicos (además de farmacológicos) para la depresión, sin embargo, para el trastorno bipolar, como se aboga por explicaciones biológicas, los tratamientos son farmacológicos. El único objetivo de los escasos tratamientos psicológicos es para conseguir una mayor adherencia terapéutica.
El fármaco que se usa es el litio, que es un estabilizador del ánimo.
Al final las personas con trastornos bipolares tienen primero que sufrir los episodios expansivos, después conseguir una evaluación adecuada, para conseguir la poca ayuda que se les da: Litio, litio y más litio. ¿Es esa la solución?