lunes, 21 de marzo de 2011

Compartiendo Paranoias.

Hoy he vuelto a retomar el estudio tras unos días ocupada. He terminado el primer bloque de la asignatura Psicología Clínica. El último tema trataba de otros trastornos psicóticos (que no cumplen criterios de esquizofrenia). Trataba el trastornos esquizofreniforme, trastorno esquizoafectivo, trastorno delirante, trastorno psicótico breve, trastorno psicótico compartido y otros trastornos psicóticos.

Quería destacar el trastorno psicótico compartido. Se trata de un trastorno que se da en dos o más personas, pero por lo general se da en dos. Uno de ellos tiene originalmente un trastorno psicótico (normalmente, esquizofrenia), y tiene los síntomas típicos como pueden ser delirios, alucinaciones, comportamiento desorganizado, etc. Y la otra persona comparte sus creencias, la veracidad de sus delirios e incluso alucinaciones. A la primera persona se la denomina "caso inductor o primario" y a la segunda "caso secundario". Normalmente el caso inductor es un hombre, dominante en la relación, y el caso secundario suele ser la pareja, que tiene tendencia a la sumisión. Suelen vivir relativamente aislados, lo que propicia que no haya muchas opiniones ni creencias contrarias a las experimentadas por la persona con esquizofrenia.
También puede darse en más personas, por ejemplo, que el caso inductor sea un padre de familia y que los casos secundarios fueran sus hijos.

Llama mucho la atención, el poder y el misterio de las reacciones psicóticas, no tanto del enfermo esquizofrénico como de la persona que comparte sus delirios. Los datos apuntan a que los casos secundarios suelen ser mujeres. ¿Cómo de fuerte tiene que ser la relación que les una al esquizofrénico para interiorizar delirios, y en los casos más graves, incluso tener las mismas alucinaciones? La persona que comparte las creencias, cuando se separa de la persona con el trastorno original, deja de tener los síntomas psicóticos. ¿Podría tener algo que ver con la dependencia de mujeres sumisas a hombres dominantes?

Este trastorno es otro indicador de la gran importancia que tiene para todas las personas tener unas buenas relaciones interpersonales. En la inmensa mayoría de los problemas psicológicos las relaciones interpersonales satisfactorias son un factor de protección o de buen pronóstico para su tratamiento.

Este trastorno es muy poco frecuente, sin embargo, si no se interviene pronto, puede cronificarse en el tiempo.


¿Los que duermen en el mismo colchón se vuelven de la misma condición?
¿Los que duermen en el mismo colchón... tienen las mismas paranoias?


1 comentario:

  1. Antes me ha dicho una buena psicóloga y amiga, que después de leer esta entrada se había acordado de Santiago del Valle y su mujer. ¿Sabéis si Santiago del Valle tenía síntomas psicóticos o era simplemente un depravado sexual?

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