viernes, 30 de enero de 2015

Mucha Suerte.

Buenas tardes a todos vosotros, los "compires".

Hoy no formo parte de ese concepto. Apenas 26 horas antes del examen he decidido escribir esta entrada un poco como reflexión por este año tan en blanco, tan decepcionante y tan vacío que he vivido.

Después de un par de "golpes profesionales" recibidos en Febrero y Marzo de 2.014 decido en Abril ponerme de nuevo a esta aventura pirera. Pero como bien sabéis vosotros mejor que nadie, esta no es una carrera que se pueda correr a medio trote, no se puede llevar el puño a medio gas. Me sentaba a estudiar algunos manuales y me agobiaba, me pesaba demasiado el hecho de sentir el fracaso de años anteriores sobre mis hombros. No me puedo levantar cada mañana intentando apretar los dientes y comer libros cuando el auténtico miedo al fracaso y su recuerdo llaman continuamente a mi mente. No se puede. Estaba quemada. Lo sigo estando.

No sé por qué absurda decisión pagué las tasas para presentarme mañana al examen. Supongo que sería el pensar que no pierdo nada, que tengo conocimientos acumulados de años anteriores, y que este año el miedo a la situación de examen sería más inofensivo que nunca. Creo que una parte de mí pensaba que estar ausente por primera vez desde que me presento sería un pensamiento difícil de afrontar. Siempre está ese "y si...", aunque después se vuelve a la realidad y se sabe que este examen no es posible sacar plaza sólo con el factor suerte.

Voy a hacer el examen de la mejor manera que pueda, intentando recordar y deducir lo máximo posible, y esperando que el componente suerte acuda a mi (que nunca rara vez lo hace). Responderé lo máximo posible, dejando en blanco sólo las preguntas que vengan en chino-mandarín.

En  fin, este año ni soy parte de este esfuerzo que he visto que hacéis, ni siquiera de la ilusión. Este año ni por suerte sacaré una plaza, pero os digo más, si la sacase, no lo merecería.

El año que viene me encontraré en la misma tesitura que este año, pues el 2015 tampoco será un año dedicado el estudio P.I.R., los años pasan y necesitamos emprender retos que nos proporcionen estabilidad y beneficio. Tengo que apostar por otra cosa, pero siempre como medio, para después no tener más preocupaciones que dedicarme por entero al P.I.R. Ojalá pudiera, pero hay que buscar otros objetivos que nos alimenten, que nos saquen a flote.
Esta es una espinita que terminaré sacando, en algún momento de mi vida, pero no ahora.

Mucha suerte.



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